sábado, 10 de mayo de 2008

Y para la boda, ¿Qué me pongo?

Hace unos días una compañera de trabajo me invitó a su boda que será en un par de semanas y a mí, que me encanta ir a todos los saraos porque siempre estoy encerrada en casa, no se me ocurrió otra cosa que aceptar.

Por un lado tengo mucha ilusión por ella y porque creo que lo pasaremos muy bien pero se acerca el día y !Dios mío! ¡No tengo nada que ponerme! Desde hace años llevo usando las mismas combinaciones de pantalón, top y sobrecamisa transparente pero creo que ya no están útiles y además no quiero caer en lo mismo otra vez. Mi problema es que no me gusta comprar ropa porque tengo un pequeño problema de talla y lo que encuentro hace que en estas ocasiones siempre parezca una "señora de 50 años" en lugar de una "jovencita de 33" (que es lo que soy yo, jeje)

Últimamente las tiendas de ropa de señora se han modernizado un poco y para diario ya hay cosas bonitas pero todavía falta un trecho para encontrar algo de ropa de fiesta un poco juvenil.

Generalmente el problema está en que un bonito vestido sin mangas me queda horrible con estos brazos y que enseñar las piernas tampoco es demasiado favorecedor para mí. Todo el mundo me dice, si hay cosas preciosas en las tiendas ahora y con tallas grandes. ¡Claro! Para la que no le importe enseñar un poco las carnes, si no, volvemos a lo de la señora de 50. No hay remedio. Bueno, sí que lo hay. Susana, haz un poco de régimen, haz ejercicio y ya verás como la ropa te sienta mejor.

De momento, esta tarde me voy a dar una vuelta a ver si veo algo. Si no termino de lanzarme, pues otra vez con lo mismo. Ya os contaré.

martes, 6 de mayo de 2008

¿Por qué no podemos ser como House?

Todas las noches, a eso de las 11, me voy cayendo por las esquinas muerta de sueño y miradme, casi la una y media y aquí estoy, como un buho, porque me he tragado tres episodios seguidos de House, y eso que dos ya los había visto.

¿Por qué me gusta tanto? Creo que a todos en algún momento nos gustaría ser como House, sin tapujos, sin historias, sin pararse a pensar en qué pensarán de nosotros si decimos tal o hacemos cual cosa. Yo desde luego, con mi naturaleza casi enfermizamente agradable y amistosa, soy incapaz de generar una tensión de forma premeditada, aunque lo esté deseando.

¡Cómo me gustaría poder ser como House! El sabe ver en las personas y si mienten. Yo, generalmente sé ver cómo son las personas aunque no quiera darme cuenta de que mienten. Pero, ¿De qué me sirve ver cómo son las personas si dejo que me sigan utilizando en su propio beneficio?

¿Sería sano un mundo en el que todo el mundo hablara como House? Ya no habría malos entendidos, pero tampoco habría empatía, la sensibilidad iría desapareciendo conforme creciera la brutal realidad y no sé si seríamos capaces de soportarlo.

Pues ni una cosa ni la otra. Yo he de dejar que de vez en cuando me invada el espíritu de House, ya que si no, el espíritu de "la tonta del bote" acabará conmigo.

Lo de chica ya me queda lejos

Según he puesto título al blog me he dado cuenta de que a mí lo de "chica" me queda un poco lejos, pero bueno, ya está hecho, así que...¡Os aguantáis!

Mi nombre es Susana, de ahora en adelante Su o Sus (Su Majestad, Su Señoría, Su Ilustrísima...bueno eso no, que no soy Cardenal), tengo...treinta y pocos años, no me pregunteís concretamente que no sé deciros, y soy una "mujer" casada que acaba de celebrar su primer Día de la Madre. Al final sí que soy bastante del montón ¿Eh?

A ver, necesito un tema para este blog y creo que mi vida es lo suficientemente aburrida como para no interesar a nadie. Quizás pueda comentar noticias (¡Qué rollo!), programas del corazón (a lo mejor luego me llaman para ser colaboradora, jeje), cine (la verdad es que hace mucho que no voy al cine), libros, televisión, .... Hummm, no está mal, ya está encendiéndoseme la bombillita, aunque de momento sólo da luz como de unos 20 Wattios. Creo que lo que voy a hacer es hablar un poco de lo que se me ocurra en cada momento. ¿Tanto rollo pa'esto?

Finalmente, antes de despedirme, creo que puedo justificar lo de "¿o no?" del título del blog. Sólo contar lo de aquella vez a las ocho y media muy pasadas, subí corriendo las escaleras del instituto, una planta, dos plantas, tres plantas..., ¿Cuántas llevo? Por lo cansada que estoy creo que he llegado, pasillo, puerta de la clase, toc-toc, buenos días, silencio sepulcral, profesora de latín (la conozco), alumnos de la primera fina (reconozco a Adolfo), me siguen todos mirando fijamente. De pronto, la profesora de latín (yo estaba en COU y ese año no tenía Latín, pero todavía no había caído) dice:"Susana, ¿Qué necesitas?"- y respondo- "Vengo a clase"- y me dice - "Esta no es tu clase. Tienes que ir una planta más arriba". Como puedo me despido, entre las risas de todos y pienso "Juerrr!, de esta no se olvidan mis amigos en años". Y así fué.

Bueno, esa soy yo. Un beso a todos.